Hace un par de meses me formé como instructora en un estilo de Yoga llamado YIN YOGA en mi querido shala Cóndor Yoga ubicado en Caracas Venezuela, de la mano de grandiosas y muy experimentadas maestras de Yoga; y a través de esta entrada quiero compartirles un poco al respecto de lo que yo he llamado YIN YOGA: La sabiduría en la permanencia.
Como estilo, el Yin Yoga fue desarrrollado por Paul Grilley en los años 90 pero sus raíces yacen en prácticas tan antiguas como la Medicina tradicional china y el Taoísmo. Su fundamento lo encontramos en la creencia y evidencia de que a través de la permanencia alargada en un asana (postura de Yoga) se pueden trabajar puntos y canales energéticos (denominados meridianos, en este caso) de manera similar a una sesión de acupuntura.
Paralelamente a esto, se habla sobre el Yin Yoga como una herramienta para trabajar la fascia, la cual es un tejido conectivo que se sabe conecta todos los sistema del cuerpo y se está investigando que su función y estado puede estar relacionado con condiciones como la fibromialgia y otras patologías con dolor crónico, así como estados fisiológicos tales como el mantenimiento de la salud y vitalidad y el envejecimiento sano.
El estilo consta de un repertorio de 26 asanas (posturas) originalmente descritas en el Hatha Yoga y que pueden ser variadas y llamadas de diferente forma de la habitual; casi todas son sedantes en suelo.
La práctica se caracteriza por permanencias prolongadas en éstas, respiración libre y activación y trabajo específico de ciertos grupos musculares, así como uso de props tales como cojines, bloques y mantas, con el fin de ayudar y apoyar para lograr mencionado trabajo.

Ahora ¿por qué hablo de la sabiduría en la permanencia?
Además de los innumerables beneficios que ofrece la práctica de este estilo recordemos que el Yoga es holístico y no sólo impacta y trabaja el cuerpo concreto, sino también mente y espíritu.
Uno de los aspectos que he encontrado más atractivo sobre el Yin Yoga es que nos permite usar el ASANA (postura) como LO QUE REALMENTE ES: un ASIENTO MEDITATIVO.
Una oportunidad para, en la calma y la quietud, acceder a DHARANA (concentración) y DHYANA (meditación) que, precisamente, son parte importante e integral del Yoga.
En conclusión, la práctica de este estilo puede traernos beneficios en todos ámbitos de nuestra vida y sin duda vale la pena probarlo y experimentarlos en cuerpo propio.
¡Por ahora me despido! No dudes en comentar qué te ha parecido o cualquier duda o consulta que tengas, así como para agendar clases de Yoga y/o sesiones de Meditación online o presenciales conmigo: Contáctame.