Si eres un practicante que recién inicia en este viaje del Yoga, si aún no te has decidido a poner un pie sobre la esterilla o incluso si te encuentras investigando y estudiando un poco sobre los efectos de la práctica en tu cuerpo y en tu vida, bienvenido: en estas líneas te contaré sobre algunos de los beneficios que a mí me ha brindado el Yoga a través de los años como practicante, alumna e instructora.
ALGUNOS BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA DE YOGA EN LA ESFERA FÍSICA
Fortalece
Frecuentemente me he topado con la falsa creencia de que la práctica de Yoga es aburrida, estática, que se trata sólo de estiramientos o flexibilidad. Lo cierto es que los beneficios físicos de la práctica varían según el tipo de Yoga que se practique y el nivel del practicante que la realice; sin embargo, en cualquier circunstancia, los músculos, tendones, articulaciones, fascias y ligamentos del practicante adquieren estabilidad y muchísima fuerza a través de la práctica consciente y adecuada de posturas (asanas) de cualquier índole.
Flexibiliza
¡Pero claro, por supuesto que sí! Sin duda la Yoga permite que músculos, ligamentos, tendones y fascias del cuerpo se expandan y encuentren, conozcan y se familiaricen con la elongación y estiramiento cada vez más progresivos y profundos. Lo cual no quiere decir que si no eres flexible antes de entrar en el mundo del Yoga no podrás practicarlo, todo lo contrario.
Desintoxica y purifica
A través de la respiración profunda y consciente, de la sudoración y del trabajo del aparato locomotor, la práctica del Yoga permite al individuo liberar toxinas acumuladas en su sistema, siendo expulsadas a través de la exhalación, del sudor y, posteriormente, a través de la orina y heces. Logrando así un efecto purificador en el cuerpo y dándole poder al sistema inmunológico, aquel que nos protege de caer enfermos.
Mejora la digestión
¿Y quién no ha tenido alguna vez problemas en la esfera digestiva? Una cantidad sorprendente de posturas (asanas) y la práctica de la Yoga en general activan y promueven los movimientos peristálticos de nuestros intestinos generando entonces una mejor digestión y procesamiento de alimentos y nutrientes, así como una adecuada expulsión de residuos. Es decir, adiós al estreñimiento.

Mejora y alinea la postura
Especialmente provechoso para quiénes pasan mucho tiempo sentados o de pie por motivos de trabajo o profesión y sufren de dolores de espalda, hombros, caderas y/o piernas, o para quienes simplemente han luchado contra una mala postura toda su vida (como es mi caso). La práctica de Yoga permite la alineación progresiva y consciente de todo el cuerpo, trayéndolo de vuelta a su mejor y más erguida versión.
Tiene poder sanador
Existe una rama del Yoga que se denomina Terapeútico y que está enfocado en restaurar y sanar cualquier zona del cuerpo que esté padeciendo alguna patología, mediante una práctica específica para ese fin. Igualmente, el Yoga en general y muchos otras de sus ramas, poseen un poder curativo inherente y esencial para todos los cuerpos y esferas del individuo. Desde una lesión de tendones del hombro hasta el padecimiento de enfermedades crónicas o depresión clínica, la Yoga puede ayudar a sanar. Igualmente, la práctica previene el padecimiento de enfermedades y alarga la vida, vinculada a un estilo de vida sano y balanceado.
Cultiva el equilibrio
Y por supuesto que no sólo el físico, pero luego hablaremos de eso. El equilibrio físico es una capacidad que depende de varios factores, como lo son el buen funcionamiento de estructuras del oído medio e interno así como el desarrollo de la musculatura necesaria para llevarlo a cabo y mantenerlo. La práctica regular de Yoga le permite al practicante cultivar y desarrollar progresivamente estos aspectos de su cuerpo físico.
Favorece los sistemas Nervioso y Endocrino
Cualquier práctica de Yoga, desde las más básicas y restaurativas hasta aquellas que demandan gran rendimiento físico y nivel del practicante, reducen la secreción de la hormona Cortisol (la llamada hormona del estrés) y estimulan la activación del Sistema Parasimpático, el cual se encarga, en palabras muy sencillas, de permitir que nos relajemos.
Te enseña a respirar
Dejé este punto de último adrede. Pues, parece una cuestión ilógica, ya que todos los días y a en todo momento estamos respirando… ¡Claro que sabemos respirar, así no practiquemos yoga! Te invito a iniciar tu práctica y luego pensar más detenidamente en esto. Y si ya practicas ¿aprendiste a respirar? Cuéntame en los comentarios.
Para guía en el inicio, continuación o profundización de tu práctica de Yoga, te invito a que chequees la información sobre mis clases privadas y grupales dando click aquí.
Cientos de páginas pueden escribirse sobre los beneficios del Yoga para el individuo y aunque es esencial leer, informarse y educarse, también lo es la parte práctica, es decir, descubrir por experiencia propia todo esto que acabo de contarte. Siempre de manera segura con un guía.
Por ahora me despido
Namasté